miércoles, 17 de diciembre de 2014

NEUMÁTICOS Vs ESPECTÁCULO



Una de las tareas que más tiempo ocupan a los articulistas en estas fechas donde las noticias sobre la F1 escasean  es realizar  análisis y resúmenes de lo sucedido a lo largo del año. Una vez que se resolvió todo podríamos buscar los factores que han hecho de la temporada 2014 un verdadero tostón o al menos a mí me lo ha parecido.
El dominio de las nueva Unidad de Potencia de Mercedes montada en un maravilloso chasis crearon un engendro, el W05 capaz de doblegar a todos con una facilidad tremenda y solo las contadas averías han impedido a los plateados ganarlo casi todo este año. Contra eso poco pueden hacer los demás pero hay elementos fuera del diabólico diseño alemán que también han intervenido a deslucir un certamen que apuntaba ser deslumbrante desde su inicio. La nueva normativa sobre el coche de seguridad puede ser una de ellas pero si hay que destacar la más importante, esa es sin lugar a duda la política conservacionista de la  FIA sobre los neumáticos.
La introducción de la nueva normativa generaba unos niveles de complejidad a los equipos tales que el órgano rector no quiso complicarles más la vida y decidió relajar al fabricante de neumáticos los requisitos sobre la degradación, pidiéndole que hicieran compuestos más estables,  y de camino se cubrían las espaldas por si las prestaciones que pudieran generar los V6 turbo fueran más exigentes con las ruedas de lo esperado.
Tres años ha durado la política de crear neumáticos que presentaban una degradación elevada y controlada para mejorar el espectáculo. Su final empezó a escribirse después de surgir el Pirelligate, uno de los mayores despropósitos de la F1 reciente. Si en el 2013 ya se mostraron los primeros síntomas de su final, en  2014 su muerte estaba más que anunciada.
Los nuevos requisitos eran claros, endurecer los compuestos para que las ruedas fueran más consistentes y predecibles, llevando a un promedio estable de paradas durante todo el año, entre dos y tres entradas por carrera. Pirelli se puso las pilas y cumplió lo pedido pero a mi parecer se pasó de conservadurismo y el promedio se vio reducido a mitad de temporada, pasando a ver estrategias comprendidas entre una y dos parada por carrera. Esto ha sido un lavado de cara a la imagen de la marca que se vio manchada después de la guerra desatada hace dos años entre todos pero al final recibieron un pequeño tirón de orejas ya que los compuestos elegidos eran generalmente demasiado duros para las prestaciones de la pistas, tanto es así que incluso los equipos descartaban los duros y optaban por utilizar los blandos  de la gama para la mayor parte de la carrera.
Pirelli ha realizado unas gráficas donde se puede ver claramente todo lo comentado anteriormente. La comparación se ha realizado con el 2013 pero hay que tener claro que ya en ese año la política de la marca era muy conservadora con respeto al 2012.
Estos son los datos: 
 Si analizamos los datos salen algunas conclusiones muy interesantes. Una es el aumento en la utilización de los compuestos medios.¿A qué se debe? Como dije, Pirelli subió la dureza de los compuestos utilizados este año. El compuesto medio del 2013, las ruedas más utilizado durante todo el año es el actual compuesto blando (Yellow soft). Si cruzamos los datos de estos dos años vemos que ese compuesto es el preferido por todos al adaptarse mejor a las prestaciones de los F1 actuales ya que en 2014 la mayoría a preferido utilizarlo dejando a un lado el compuesto medio que se mostraba demasiado duro y tardaba mucho en coger temperatura reduciendo las prestaciones de los coches. También vemos un aumento del consumo del super blando  y se debe a la misma causa. Su uso es más escaso ya que Pirelli ha utilizado este compuesto en pocas ocasiones pero cuando los equipos lo han montado vemos que su vida útil es más prolongada debido a su dureza. En Mónaco fueron capaces de rodar 50 km más con ellos que el año anterior pero si hacemos la misma comparación con el compuesto blando hay que alucinar. No es para menos, 87 km hay de diferencia entre la tanda más larga realizada en el Gp Austria 2014  con respecto a la realizada en la carrera de Abu Dhabi 2013. Este es un valor difícil de comparar. En parte puede no ser tan fiable  ya que son dos trazados distintos y de la pista austriaca no se tiene referencia del año pasado al ser el primer Gp que se disputa después de muchos años. Por tanto la comparativa monegasca es más exacta. El único dato discordante se produce en el compuesto duro donde la tanda más larga se redujo en más de 50 km. Eso se puede deber a que los equipos se los quitaban pronto de encima para optar por los más blandos.  Pueden demostrar este dato los pocos juegos usados a lo largo del año, sólo 83 en toda la temporada frente a los 316 de hace un año. Otra pista nos la da la media de kilometraje  por juego se produjo un aumento del 12%en el rendimiento de las gomas.

 ¿En qué se nota todo estos datos? Pues claramente en la reducción de las paradas en boxes como vemos abajo.

Los números hablan solos. La carrera que más paradas tenía ha pasado de las 80 en el Gp de España en 2013 a las 58 de Bahrein. ¿Qué supone esto? Para los primeros de la clasificación poco, pero para el resto seguramente esta reducción si les afectaría.  Mercedes hubiera dominado igual con más o menos cambios pero se quiera o no, la estabilidad es el estado perfecto cuando uno tiene la mejor máquina. De todos es sabido que no hay ningún piloto que quiera lluvia o tiempo variable cuando sale desde la pole y su coche está afinado. Eso mismo podemos extrapolar a la dureza de las ruedas. El deterioro rápido de las ruedas implica entrar a cambiar pronto y eso un factor que puede desequilibrar una carrera, te puede meter en tráfico, reduces el ritmo hasta que no conseguir calentar las nuevas, te ves obligado a adelantar, otros pueden llevar estrategias distintas, etc. Por tanto reducir el número de entradas perjudica el espectáculo y la F1 vive de eso. Sé que esta visión no es compartida por muchos que acusan a la FIA de intervencionismo  para falsear la competición pero uno, que no solo tiene ángeles sino también algunas canas en la cabeza aún recuerda aquellos años donde el poleman salía disparado hacia la meta sin necesidad de tener que parar y poco más. Esa época de los "pata negra"  que bien pudieran llamar algunos yo no la quiero. Sinceramente, nunca he sido delicado y me habré acostumbrado al jamón del malo y el bueno se me atraganta pero sin lugar a duda prefiero mil veces una competición "edulcorada" que al  menos me permita pasar buenos ratos delante del televisor. Con poco se conforma uno. Yo apuesto por retroceder un par de años, esa fórmula me gustó pero es cuestión de gusto aunque me temo que, como otras muchas cosas en la vida, no la volveré a disfrutar, al menos por ahora. La esperanza nunca se pierde, pero eso será otra historia.

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