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miércoles, 27 de noviembre de 2013

ANÁLISIS GP DE BRASIL: !QUÉ LLUEVA, QUÉ LLUEVA!



 
Se bajó el telón. El mundial 2013 de F1 es ya historia. Los motores V8 se apagaron para siempre. Su silencio se  hará interminable hasta escuchar el llanto del recién nacido V6  Turbo, que ya ha entrado en el último trimestre de su gestación. En el Gp de Brasil se acabó una era. Fue el último acto de una tecnología que quedará en el recuerdo de todos los amantes de la F1 y que darán la bienvenida con los brazos abiertos a un futuro más eficiente y ecológico cuando en el mes de Marzo arranque el mundial 2014 en Australia.
Las sensaciones vividas en la carrera carioca bien podían compararse a un coitus interruptus. Setenta y una vueltas esperando el éxtasis que produciría la llegada de la lluvia  y el mismo número de giros viendo que la bendita/jodida lluvia no llegaba, eso sí, con la intensidad esperada y claro, se queda uno a medias. Bien lo decía Fernando, “Ha sido una carrera demasiado aburrida para las expectativas que teníamos”.
Para ser sinceros, entretenida fue, pero claro, veníamos de Estados Unidos con la moral demasiado baja, que con solo la perspectiva de la batalla me parecía suficiente.
La carrera en Interlagos sirvió para ver claramente dos cosas. Por un lado, que el binomio RB9-Vettel es imbatible independientemente de las condiciones de la pista y por otro lado ver cuán afinado llegan los set up de los coches a cada circuito. Los equipos dispusieron de 0 Km en seco para poder adaptar sus máquinas para la carrera y eso se notó mucho el domingo. Red Bull y Ferrari acertaron de pleno, Mercedes y Lotus quedó claro que no.
Del ganador, qué decir, pues más bien poco. Más de lo mismo. Nueve carreras consecutivas y trece en esta temporada lo dicen todo. Lo hace tan fácil que resulta aburrido y muchos piensan que pierde valor. Yo no se lo quito pero si es verdad que verle salir desde la pole, saludar con la manita a todos, conseguir una ventaja suficiente para no tener problemas y administrar esta renta el resto de la carrera se convierte en una rutina tan, tan  repetida que pierde lustre. Las carreras luchadas a sangre y fuego son para mí más valoradas, pero lamentablemente valen igual. Si hubiera un rango de puntuación para el piloto al terminar un Gp que fuera en función de la batalla sufrida y de los adversarios que vencieras en el camino sería una buena manera de incentivar a muchos.
Como he dicho la lluvia marcó el fin de semana. La pole se consiguió en condiciones de agua, condiciones que ayudan a los mejor dotados a solventar los problemas que sufren sus coche. Estaba claro que la primera plaza sería para un Red Bull. El RB9 es capaz de generar tanta carga aerodinámica que indistintamente sea configurado para seco como para mojado tendrá la ventaja suficiente para conseguir la victoria. Otro coche con similares circunstancias son los Mercedes. Eran la segunda opción como se puedo ver pero quién no entraba en los planes eran los Ferraris y al final el talento del español colocó al F138 en la segunda fila y de no ser por su error en el último intento, se hubiera situado cerca de Vettel. Pero el alemán no erró, y entre el dominio de su coche y la madurez de su pilotaje le condujeron a la pole. Esta vez nadie podrá reprochar lo dicho. Constantemente hemos visto al mulo rampante, perdón, al cavallino rampante sufriendo para salir en la tercera fila y de la noche a la mañana no van a dar con la tecla para colocarlo casi en pole. Eso es mérito del español y así hay que reconocerlo. 
Lo visto en la Q3 me pareció indignante. Esta semana leí un genial comentario de Emmanuel Sanchez que decía lo siguiente “Creo que hay que avisarle a Pirelli que no gaste mas dinero en el desarrollo de neumáticos de lluvia extrema. Cuando se dan las condiciones para usarlas no se corre así que digamos que es inútil para la "actual" Formula 1” Totalmente de acuerdo. Que sentido tiene retrasar tantas veces la Q3 ¿Esperar que se seque del todo? Pero fueron torpes, si hubieran esperado dos horas más se hubiera secado y todos felices, hubieran podido rodar con los neumáticos de seco. Lo dicho, indignante y vergonzoso.
La carrera tuvo poca historia en la cabeza aunque las dos primeras vueltas fueron geniales. En esta ocasión la salida no fue buena y Sebastian perdió la primera posición con Rosberg pero le duró los cuatro mil y pico metros del trazado paulista ya que enseguida fue adelantado por el ritmo demoledor de Vettel. Por detrás la lucha fue encarnizada entre Webber, Alonso y Hamilton que consiguió adelantar al español debido al tapón que le hizo Vettel en la salida. Fernando se lanzó a la caza de los Mercedes perseguido por Webber.  Primero cayó Lewis y un poco más adelante Nico, con lo que el español se situaba segundo pero el australiano iba calcando al español y una vez situado tras el poco pudo hacer por retenerlo.
De no ser por los errores de los azules en boxes y las previsiones de lluvia todo hubiera acabado en otra monótona carrera. Esta vez no estuvieron demasiado afinados en el muro. Primero Webber perdió mucho tiempo en el primer cambio y le costó perder la plaza con Fernando. No le duró mucho la alegría al asturiano. Luego un extraño cambio, en esta ocasión a Vettel le hizo perder mucho tiempo cuando se percataron que las ruedas no estaban preparadas y que también perjudicó a Webber que tuvo que esperar que su compañero acabara. !Un fallo con Vettel! Me froté un par de veces los ojos ya que no me lo creía. Será la falta de costumbre.
En fin, una nueva victoria para igualar record y para acallar las voces que apostaban por el regalo del rubiales, que dicho sea de paso, le hubiera engrandecido como piloto y persona. La trayectoria de Webber en la F1 se cierra. Un piloto venido a menos en los últimos años pero que en infinidad de ocasiones se ha visto menospreciado por su equipo. Un caballero en la pista que no ha sabido-podido sacar el rendimiento necesario a las impresionante maquinaria que ha montado.

 

¡Cuánto nos hemos perdido por las malas clasificaciones! Nunca lo sabremos pero queda claro que una de las mayores lacras de los coches rojos son los sábados y no hay manera de encontrar la tecla para solucionarlo. Quizás deberían preguntarle a Aldo Costa que encontró la clave en Mercedes. Los problemas en Maranello no son de cabezas pensantes, son más de métodos. En esta carrera  le tocaba a los dos pilotos arriesgar si querían remontar en el campeonato de constructores y la suerte fue dispar en la calificación. Fernando partió tercero y eso facilita las cosas, evitando tener que meterse en jaleos innecesarios.  Massa si embargo partió desde la novena plaza pero realizó un extraordinario inicio de Gp frente a su público y en su despedida de Ferrari.  Consiguió llegar a la cuarta plaza pero un error de principiante le acarreó una sanción, rabieta incluida que pudo costar la segunda plaza del mundial de constructores. No hubiera sido justo que Mercedes perdiera esa posición tras ver la sanción a Hamilton. Lo de los comisarios deportivos de la FIA no tiene nombre. Se pasaron tres pueblos, pero es lo que tiene trabajar con ineptos barrigones.
En fin, deslucida le quedó al brasileño su marcha a Williams, un equipo en el borde del precipicio que salvo sorpresa inesperada servirá para enterrar definitivamente su carrera. Sin de rojo no ha sabido-podido rendir lo esperado últimamente, con un  engendro de Sir Frank se arrastrará más que otra cosa. Esperemos que tenga suerte en su nueva andadura.
El desastre del fin de semana ha sido Lotus. La única baza del equipo era Grosjeans ya que pedir a Kovalainen hacer corre el coche como Kimi era más que un milagro y mucho se puede arrepentir el finlandés de haber accedido a ocupar la plaza de su compatriota. Fue un harakiri en toda regla mayor que el mío en la porra. Valentía le puso el muchacho, pocos se atreven a subirse a un F1 sin apenas probaturas pero la apuesta puede pagarla cara. La memoria suele ser corta y selectiva. Los jefes siempre se quedan con lo último que has hecho y si es malo, peor aún. El galo estuvo acojonadito y rezando que no lloviera. Solventó a medias el envite del sábado y para cuando podía lucirse en seco el domingo, el motor dijo ¡basta! y se acabó todo.  Por cierto, para los amantes de la técnica, la rotura fue genial para poder ver perfectamente el efecto Coanda al salir la fumarola  por los tubos de escapes. Quien no lo entendiara, una imagen vale más que mil palabras.

La historia de Mercedes iba por bandos. Estaba claro que el coche estaba configurado diferente entre sus pilotos para asegurar que uno de los dos acertaría con el set up. Se optó por Rosberg para calificar bien y lo hizo pero en carrera sufrió lo indecible con el coche y fue perdiendo terreno rápidamente. Con Hamilton  fueron más conservadores y dieron en la tecla pero la sanción injusta le costó la carrera.
Bueno amigos, se acabó lo que se daba. Ya solo falta contar los días que falta para que todo empiece a rodar de nuevo. Ha sido un año con altibajos, emocionante en algunos periodos y decepcionante a la vez que aburrido en otros. Solo espero y deseo que el 2014 sea un campeonato igualado, ya que nos hará disfrutar de las carreras. Habrá que acostumbrarse a una F1 muy distinta a la actual. La tecnología cambiará pero hay un elemento que limitará mucho las actuaciones de los pilotos y tiene un  valor numérico, 100kg. Veremos periodos de lucha intensa con largos momentos de  letargo. El consumo será fundamental y lo marcará todo. Lo dicho, esperemos que todos los cambios sean para bien y que lo principal, el espectáculo prime ante todo. Es cuestión de tiempo que lo veamos, pero eso será otra historia.


2 comentarios:

  1. En fin otra temporada más al saco de los recuerdos, clara victoria de Vettel y Redbull no hay nada que argumentar, respecto a Ferrari, pues decepcionante no han conseguido estar en la lucha por el mundial nada más que el primer tercio osea 5 o 6 carreras, sigo opinando que tienen al piloto más talentoso (que no al campeón) pero con eso no llega amigos hay que conseguir un coche competitivo toda la temporada, no hace falta que sea el mejor en todo momento pero sí que nunca esté lejos, Redbull sufrió el primer tercio, por decir algo, pero después han sido los mejores sin ninguna duda. El año que viene con tanto cambio parece que puede haber esperanza y haya más igualdad, yo personalmente soy pesimista, creo que seguirán dominando con mano de hierro, solo tengo la esperanza de equivocarme, paradójico verdad!.
    Ya queda menos para saberlo.

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  2. solo una cosa sobre lo de los neumaticos de lluvia, hay que decirle a pirelli que los de lluvia extrema son para cuando llueve, y es que al parecer los neumaticos de pirelli de lluvia extrema cuando hay agua en la pista hacen aquaplaning porque no funcionan bien y por eso cada vez que llueve hay que parar la carrera, la cali o lo que sea
    que en la F1 ahora son muy conservadores si, pero si encima les das unas ruedas de lluvia que si llueve no valen pues .........

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