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jueves, 14 de noviembre de 2013

PREVIO GP DE ESTADOS UNIDOS



Bueno amigos, se acaba el mundial, llegamos a la penúltima cita del calendario. Pasamos ya la gira asiática para llegar al nuevo continente donde se disputará las dos últimas carreras del año. El próximo fin de semana el gran circo de la F1 llega al flamante Circuito  de las Américas, en Austin, Texas.
La F1 volvió a Estados Unidos después de una relación amor odio que terminó mal después de el esperpento de la cita en Indianápolis 2007 donde solo seis coches saltaron a la pista tras la metedura de pata de Michelín. ¡Ay, aquellos años en la que los chicos de la F1 eran rebeldes y boicoteaban carreras! Si en el 2007 hubiera pasado lo de este año, seguro que se suspende el mundial. Es lo que tiene el dinero asegurado, que aborrega a las masas.  En fin, sigamos. La F1 no es una categoría demasiado querida por los estadounidenses, más afines al estilo de la Nascar, con trazados ovalados, monótonos donde los haya pero que mueve a 300 mil espectadores, ahí es nada. La Indycar, la imagen en que se inspiro Mosley para hacer su visión de la F1 se considera una categoría inferior, así que la F1 ni os cuento.
Tiene una longitud de 5,52 kilómetros, al que se darán 56 vueltas para un total de 306 kilómetros de distancia de carrera. Cuenta con 15 curvas, diez a derechas y cinco a izquierdas y tiene tres rectas con fuertes frenadas ideales para adelantar.

La características de el trazado de las Américas son estas:
Lo primero que hay que decir del circuito de Austin es que es el primero construido en Estados Unidos específicamente para la Fórmula 1 y la verdad, parece estar diseñado como un gigantesco corta y pega, hecho de los diferentes retales de otros circuitos, eso sí, por lo menos tuvieron buen gusto y escogieron los más representativos. Posee más curvas de alta velocidad (por encima de 250 km/h) que el trazado de Spa, una de las referencias en este sentido, que se concentran en una zona inicial de ‘eses’ en la primera parte del circuito, muy parecida a las S de Interlagos o  Suzuka.
Sin embargo, la curva más espectacular será la primera, ¡ay Dios, cógenos confesados!  Es una horquilla de primera velocidad en la que desemboca la recta de meta ¡la que se puede liar! Es un auténtico embudo y quien no califique en cabeza se puede meter en un tremendo lío, con el peligro que conlleva. Esta curva tiene la particularidad de que es en subida, con un brutal desnivel de más de cuarenta metros respecto a la zona de la pole. Como en muchos de los circuitos diseñados por Hermann Tilke (este es otro de ellos), los cambios de nivel son uno de sus rasgos característicos.
La parte central la presiden dos largas rectas donde podrían alcanzarse los 315 km/h, que dan paso a una parte final es más lenta y técnica. De hecho, Austin tiene más curvas de baja velocidad (por debajo de 100 km/h) que el trazado de Hungaroring, uno de los más lentos del campeonato para terminar enlazando con un giro muy similar a la curva 8  de Estambul. Ya lo veis, lo mejor de cada casa. Este año será el segundo Gran Premio que acoja el Circuito de las Américas y los encargados del circuito han decidido realizar algunos retoques en el trazado. Estos cambios se centran en los pianos. En algunas partes se ha bajado su altura a 50mm como es el caso del vértice de las curvas 3, 4 y 5 y en otros se ha aumentado montando a 75 mm de altura, en el vértice de las curvas 7 y 9.
Al igual que Abu Dabi, Corea, Singapur y Brasil, Austin es uno de los pocos circuitos en el calendario del Mundial en el que se corre en sentido contrario a las agujas del reloj. Por tanto, un circuito  lleno de desafíos. Tiene varias características únicas que lo hacen bastante complejo. Pondrá a prueba la capacidad incluso de los conductores más experimentados.

Para ayudar a que la carrera aumente de emoción y haya espectáculo, la FIA ha decidido habilitar dos zonas de DRS en esta trazado norteamericano. Así, el primer punto de detección estará ubicado unos 150 metros después de la curva 10, y su punto de activación estará localizado justo 320 metros después de la siguiente curva, la número 11. Por otro lado, la segunda zona de DRS tendrá su punto de detección 65 metros después de la curva 18, estando situado su punto de activación 80 metros después de la curva 20, justo antes de la línea de salida/meta.

Es una pista dura con los motores, se mantienen a máximo régimen durante un periodo largo de tiempo, Los frenos también sufrirán, tiene tres fuertes frenadas tras las rectas aunque las altas velocidades facilitaran su refrigeración. La carga aerodinámica será media-alta, según se quiera. Como costumbre Red Bull ira con carga alta ya que las “eses” y la zona revirada antes de llegar a meta les viene como anillo al dedo. 
Pirelli, ha elegido los compuestos  duro (P Zero naranja) y el medio (P zero blanco) para esta carrera. Austin es un circuito muy variado, que genera mucha energía a través de los neumáticos por la alternancia de zonas rápidas y fluidas con algunas partes más lentas y más técnicas. Es un buen test de las capacidades del neumático, siendo tan importante la tracción en la salida de las curvas lentas, como el agarre lateral en los rápidos cambios de dirección a alta velocidad. Cuanta más alta es la carga de energía que atraviesa el neumático, mayor es la acumulación de calor, que es lo que aumenta el desgaste y la degradación. Se prevé estrategias de dos paradas en boxes para la carrera.
No esperéis sorpresas con el tiempo, sol y algunas nubes,  aunque para el sábado puede que llegue algún chubasco pasajero. Las temperaturas serán agradables, no hará excesivo calor.
Bueno, después de abandono de Kimi para estas dos últimas carrera poca emoción nos queda por ver. Ya no habrá lucho siquiera por el subcampeonato. En fin, veremos si Vettel consigue batir el récord de Schumi y poco más, y le pueda dar algo de aliciente a la carrera, pero eso será otra historia.

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