Quién nos iba a decir que en esta temporada viéramos a un Ferrari muy cerca de ganar una carrera. Vamos, ni locos. El sábado viendo la clasificación con unos amigos bromeaba con la remota posibilidad de que una oleada de penurias que fueran despejando del camino a los posibles rivales de los dos coches rojos como la única opción de poder conseguir la primera fila del domingo, ahí es nada. Duró poco ¡no se puede contar con Kimi para nada! ni siquiera para soñar. De la enésima desilusión del sábado, por decir algo ya que a estas alturas de la historia perdí por el camino el concepto de lo que es la desilusión a lo sucedido el domingo dista años luz.
Cada día me sorprende más este deporte, estoy que no me lo
creo. Parece que los hados se han puesto de nuestra parte, han cambiado el
guión de la película que narra la competición pasando del insoportable monólogo
que hasta ahora nos estaban ofreciendo los chicos de Mercedes a un película más
coral, de intriga y acción con ciertos apuntes de dramatismo aunque pare ser
sincero, lo de Fernando y Hamilton este fin de semana lo encuadraría
perfectamente en una peli de ciencia ficción.
Bendito sean los errores, benditas sean las averías, bendita
sea la lluvia y los coches de seguridad que nos han permitido disfrutar de
cuatro carreras extraordinarias cuando en condiciones normales estaríamos
hablando de cuatro soporíferas actuaciones.
Bueno amigos, concluyó el Gp de Hungría de F1 con la buena
sensación de haber visto una carrera divertida, igualada y emocionante gracias
a las múltiples circunstancias que se vivieron durante todo el fin de semana. A
pesar de que Daniel Ricciardo haya conseguido la vitoria en ésta cita con un
Red Bull el panorama ha cambiado poco, el dominio de Lewis en tierras húngaras
es indiscutible, de hecho creo que es la carrera que más veces ha ganado y si
no es así poco le faltará pero nuevamente el coche le dejó tirado en la
calificación, ya van dos seguidas y de
nuevo tocaba remontar para intentar minimizar la pérdida de puntos con respecto
a su compañero y digo que lo hizo bien el chico, no solo no perdió si no que le
ha recortado terreno.
La fortuna a veces te da y otras te quita y en esta ocasión
hubo una ración de cada para el ingles. Si en Alemania fue un disco de freno,
en Hungría ha sido una fuga de gasolina la que produjo una gran barbacoa en el
W05 pero en la vida no siempre te tocan cosas malas, y la salida del safety primero
y la negativa a ser adelantado por su compañero le condujo al tercer peldaño
del podium pero vayamos al principio.
Todo parecía de color de rosa para Nico salía desde la pole
y veía a su máximo rival tirado en la Q1 con el coche en llamas, saliendo desde
el pit lane, en uno de los circuito donde adelantar es más que difícil en
condiciones de seco pero ese amable color cada vez fue tornándose más oscuro a
medida que fueron pasando las horas. El domingo amaneció con lluvias por la
zona y la pista perdió su amabilidad natural para convertirse en un arma de
doble filo. La carrera se inició en condiciones de mojado, intermedios en los
coches pero se daba la circunstancia de que había partes del trazado que
estaban totalmente secas. La salida fue limpia y sobre toda mala para Vettel
que veía como perdía posiciones con Bottas y Fernando aunque pudo recuperar la
del español y por detrás Lewis se salvaba in extremis de tragarse el muro en la
primera vuelta. ¿Fortuna? Sí. Acertar en
esas condiciones era difícil, permanecer en la pista más y no tardaron en
ocurrir los incidentes. Nico volaba bajo para conseguir una amplia ventaja que
le permitiera disfrutar sin riesgos del resto de la carrera hasta que el coche
de Ericsson se empotraba contra el muro y la lió de lo lindo.
La salida del coche de seguridad pilló en mal momento a la
cabeza de carrera ya había pasado por la entrada de la calle de boxes y de una
tacada pasó de liderar la carrera a situarse en la cuarta posición. Ahí estuvo
una de las claves del Gp, en esa “mala fortuna”. Button, Ricciardo, Massa y por
detrás Hamilton que por aquel entonces rodaba el décimo tercero entraron a cambiar ruedas en el giro 9 y los
de arriba en la 10 de ahí la pérdida de posiciones. Nico se situaba cuarto. En
McLaren la cagaron y sacaron a sus dos coches con intermedios esperando una
lluvia que nunca llegó.
Se relanza la carrera con Daniel líder tras ser el primero
en entrar y Fernando empieza a remontar posiciones con su extraordinario ritmo,
marcando una sería de vueltas rápidas que le llevó a la tercera posición. A
esas alturas de carrera Rosberg, Vettel y Hamilton rodaban juntos detrás de un
incómodo Vergne que les amargó la vida durante el tiempo que rodó delante de
ellos pero el accidente de Pérez volvió necesitar la presencia del coche de
seguridad, marcando el segundo punto clave de la tarde.
En ese punto las estrategias se repartieron. Daniel
aprovecho la ocasión para entrar a cambiar las ruedas y visto lo sucedido al
final fue la más acertada. El resto decidió estirar el juego que ya montaba,
siendo Nico el primero y Lewis el último en entrar a cambiarlos, algo que
posteriormente prendería un incendio dentro de Mercedes que aún está generando
llamas. La negativa del ingles a dejarse ser superado por su compañero le costó
seguramente la victoria al rubiales pero encendió la mecha y dio alas a todos
los que opinan que desde Mercedes están realizando un trato de favor para
piloto patrio. La verdad es que este año al ingles le ha mirado un tuerto, con
perdón para los que lo sean y eso en la prensa inglesa no sienta bien. Los
británicos son muy recelosos con todo lo que le ocurre a sus paisanos, y
empiezan a ver una mano negra detrás de todo. Es normal que sean recelosos,
saben a ciencia cierta que hace siete años se la jugaron a Fernando en McLaren
y claro, piensan que todo el mundo tiene la misma condición. Si a todas estas
averías sumamos la primera orden de equipo que aconsejaba al morenito que
hiciera algo que desde la cúpula decían a boca llena que nunca ocurriría, peor
lo ponemos. En parte tienen razón, Lauda dijo hace dos semanas "La lucha
siempre fue libre entre los dos pilotos y se mantendrá así” y si dices eso
tienes que predicar con el ejemplo. Lo cierto y verdad es que Lewis tiene que
estar más escamado que un pavo por navidad pero hay que valorar su esfuerzo en
estas dos carreras donde ha estado contra las cuerdas y ha sabido minimizar los
daños, pasando de una sangría importante de puntos a seguir pegado a su
compañero en la lucha por el mundial. No quiero ser adivino pero posiblemente
estos puntos recuperados sean los que al final del año le conduzcan a ser
campeón. Durante todo este año siempre ha navegado contracorriente pero ha
podido reponerse a las adversidades en casi todas ellas. El W05 da muestras de
ser un coche veloz y potente donde los haya, su corazón es el que late más
fuerte de toda la parrilla pero lejos de mejorar van empeorando con el paso del
tiempo. Cada vez son mayores los
problemas de fiabilidad de sus monturas y eso puede desequilibrar la balanza
del campeonato.
Después de la negativa, Nico vio como perdía un valioso
tiempo que al final del envite le hubiera servido para llegar con ruedas más
frescas a la batalla fina, pero cuando llegó lo hizo tarde, casi sin pólvora y
no fue capaz siquiera de adelantar a su compañero. Mal se tiene que sentir el
alemán, ha visto como se le han escapado dos oportunidades de oro para
escaparse en puntos y tomar con más calma el resto del mundial. En su tierra no
pudo hacer nada para evitar la remontada pero en Hungría sí y eso ha sido un
puñetazo bien duro en su moral. Verlo partir desde el pitline y terminar por
delante tuya que saliste desde la pole tiene que doler y mucho. Ya lo dije hace
una semana, habrá un antes y un después del Gp de Inglaterra y parece que lo
estamos viendo. 48 posiciones remontadas en las últimas cuatro carreras lo
dicen todo.
Siguiendo el hilo de la carrera, llegamos al momento decisivo, tres pilotos, dos estrategias, un solo premio, ser
el mejor y ese honor se lo llevó Ricciardo. Nadie dudará a estas alturas que el
chico tiene mucho más talento del que se le suponía. Cada día me sorprende más,
es rápido, calculador, limpio en los momentos de máxima agresividad, vamos un
talento y eso se describe rápidamente con un dato, es el único piloto fuera de
la órbita de Mercedes que ha conseguido ganar carreras. Es cierto que la
fortuna le sonrió este fin de semana, pero esa fortuna tan esquiva a veces hay
que saber buscarla. Cuatro segundos le sobrado a Fernando para poder haber
entrado en boxes y visto lo visto hubiera reescrito la historia pero no hay que
dudar que desde el muro optaron por la mejor opción cuando salió el segundo safety car. Todo
perfecto pero el coche hay que llevarlo a la meta como ganador y eso lo hace el
piloto. Chapó por el australiano que está dando un baño antológico a su
laureado compañero, que no es poco y se
está ganando rápidamente el respeto de todos sabiendo exprimir al máximo una
máquina que lejos de la perfección demuestra su valía cuando transita por
pistas donde no es necesario tener un corazón potente, aunque otro no pueden
decir lo mismo.
Tres vueltas, tres le sobraron el Gp de Hungría para poder
ver a Fernando en el escalón más alto del podium. No me lo terminaba de creer,
fue un autentico regalo. Verlo liderar la carrera podía entrar dentro de los
planes viendo las circunstancias en la que se estaba disputando, pero verlo
mantener a raya a los Mercedes con la esperanza de obtener la victoria no
entraba ni en la mejor de mis previsiones en esta temporada.
Sus ultimas diez vueltas fueron de infarto. Había
administrado bien las ruedas pero los envites que venían desde atrás parecían
hacer posible el milagro. Tenía esperanza en que la poca velocidad punta del
RB10 impidiera a Daniel superar a Lewis ya que si lo conseguía el sueño se
rompería como así sucedió. Conservar la segunda plaza parecía también una tarea
complicada dado el empuje de Hamilton, aunque al final el asturiano tuvo la
ayuda involuntaria de Rosberg.
No sería justo decir que ha sido la mejor carrera del
asturiano en lo que llevamos de años, pero si es la que más trascendencia ha
tenido. No es lo mismo dejarse la piel por quedar séptimo que no sales ni en
las fotos que segundo. Cuando las cosas
funcionan todos se apuntan al festejo pero cuando van mal las ratas salen despavoridas
buscando carroña para llenar su barriga. Algo así sucede con la prensa italiana
que le ha dado de lo lindo al español para ahora deshacerse en elogios por el “triunfo” del
domingo. Cuánto tienen que agradecer todos los seguidores leales de Ferrari al talento desaprovechado
en este equipo por Fernando. Cuando termine su periplo en Italia seguro lo echarán
de menos y sería justo que le agradezcan la labor ahora que aún pueden disfrutar de él en la
pista y no ponerle trabas cada fin de semana cuando realmente es el equipo
quien no merece tener un piloto de esta categoría . Si la labor de un piloto y
la valía de un coche debe ser comparada con alguien, ese es con su compañero.
Ahí están los datos, Kimi uno de los supuestos mejores pilotos de la parrillas
que ha dejado de serlo por algunos detractores del asturiano después de lo
visto este año, las vueltas que da la vida no entró en la Q1 y terminó la
carrera séptimo.
El coche poco que decir, sus carencias y virtudes siguen
siendo las mismas. Hungaroring no se adaptaba en principio a las características
del F14T pero tanto las condiciones de mojado en la pista como la poca
dependencia del motor en este trazado lo igualaron todo.
En un deporte como es la F1 todos buscan ganar pero no siempre
se consigue aunque habría que matizar que a veces no ganar no significa
lo mismo que perder. Ayer en Hungría ganó Ricciardo por llevarse la victoria pero
sobre todo ganaron Fernando y Hamilton. En esta ocasión perdió Rosberg, pero sobre
todo también perdió y mucho Vettel. Nuevamente, y ya van siendo muchas no supo
dar muestras del talento que se supone que tiene. El coche no es un pepino pero
dependiendo del circuito muestra signos de poderío. Ya va siendo hora que
despierte de su largo sueño que como tarde mucho el mito se terminará de caer
por los suelos.
En fin, finalizó así una de las mejores carreras que se recuerdan de los últimos tiempos, con
tres pilotos luchando por la victoria en las últimas vueltas y con un Fernando Alonso
que de nuevo dio una lección de pilotaje, sin olvidarnos del carrerón de Ricciardo y la nueva exhibición de todo o nada
de Lewis Hamilton.
Chapó por usted Sr Alonso, me quito nuevamente el sombrero y
felicidades a Ferrari por arriesgar con la estrategia. No salió a la perfección
pero estuvo cerca de conseguir el milagro, solo sobraron tres vueltas pero con buena
actitud por parte del equipo y con el derroche de talento del muchacho espero
que pronto podamos verlo de nuevo en lo alto. En esta ocasión no salió de Hungría
como ganador pero bien seguro es que no lo hizo como perdedor. Otra vez será,
pero eso será otra historia.
En verdad, me fastidia esto, porque tal y como se planteaba la Fórmula 1 este año, se están encontrando con la suerte de unas carreras emocionantes únicamente por las circunstancias, porque, como bien dices, si todas hubiesen sido en seco y sin safety car, nada de nada. ¿El problema de esa "suerte" para la FIA y la FOM? Que pueden utilizar estas carreras como argumentos para decir que el año no es tan terrible, con lo cual no se preocuparán por introducir cambios para recuperar velocidad en los coches o acabar con la absurdez de tener que ahorrar combustible... Bueno, perdón, vuelven las chispas, se me había olvidado...
ResponderEliminarLo que también es una pena es lo que dices de Alonso, le está salvando el culo a Ferrari evitando que hagan un ridículo espantoso, y no saben agradecérselo. Ni los italianos ni la propia Ferrari. Porque lo del año pasado de Montezemolo por nada que dijo Alonso es de traca. Este año Raikkonen ha soltado palabras peores y más críticas para Ferrari y no he visto a Montezemolo tirándosele al cuello sobre que si el equipo está primero y tal...
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